DE LA TERCERA MUERTE DE NERUDA
"Yo quiero que desperté
la luz encarcelada.
PABLO NERUDA
Hermano Neruda, poeta de los poetas de América
moriste por vez primera en Madrid
vertiendo tu canto de horror
y tristeza: fuiste
testigo de la sangre a cielo abierto
— de la ignominia y el terror y la insania
del sacrificio
de tu amigo Federico García Lorca.
Cantaste y lloraste
en tus largos e infinitos versos
que aún nos tiemblan en las entrañas
aquellas extrañas aberraciones
de la estupidez humana
aquella sangre derramada e inútil
de que nunca te salvaste.
Oh noche oscura y definitiva
de nuestros ideales descuartizados
de nuestros sueños postergados
de las utopías sin rumbo
y de agruras y desesperanzas.
De las altura de Machu Picchu y del Aconcagua
cantabas la libertad
que nos robaban
en Argentina, en Brasil, por toda parte
por donde andabas maldiciendo
las tinieblas.
Después te fuiste de Chile
en tu muerte de sangre colectiva
para otro extrañamiento
insuperable e incurable
que aún persiste
en nuestro sufrimiento.
¡Siniestra desventura!
Donde nos falta la libertad que anhelaste
donde persista la opresión y la censura
y el delito de opinión
que tanto abominaste
donde todavía perseguidos y presos
políticos y represión y tortura e intimidaciones
lloraremos tu tercera
y postrimera muerte.
Que ninguna dictadura caudillista
escenéfique una farsa grotesca
y te heche basura y (des)concierto
o te convierta en festival y cantata
como pantalla al desacierto y al miedo
y que esta canalla sin piedad
no abone con tus veros
"un río roto que lleva graves muertos"
en que la voz se desmenuza
y te destierra."
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